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Pórtico de la Unidad. (Los Reyes Católicos y España

 Una inscripción en el suelo nos da el nombre de esta entrada: “Pórtico de La Unidad”. Ahora se identifica el edificio como Monumento Colomares. Todo lo hasta aquí visto ha sido la puesta en contexto de la España que Colón pisó a la presentación de su proyecto. Ha podido notar cómo los primeros cuatro puntos nos trajeron a Colón, a Fernando e Ysabel de manera simbólica con ese escenario histórico. Ahora los reyes le conocerán y juntarán sus destinos a partir de 1492.

 Al doble arco ojival mudéjar le yerguen en gótico isabelino: tracerías, flamígeros, agujas floridas y espacios llenos de motivos iconográficos y decorativos. En su centro más alto, pincelado con Renacimiento, resalta una corona de color verde.

 Las efigies del rey D. Fernando y la reina Dña. Ysabel (ya como Reyes Católicos) nos enseñan su iconografía: el Tanto Monta sobre el escudo de finales del S.XV y las divisas de ambos (Yugo y Flechas). Sobre el Tanto Monta una carabela protegida por unas alas pues con ellos empezó todo. Por encima de todo lo visto: la Corona de Hierro de Carlos V (como Emperador), el gran continuador del legado que empezaron sus abuelos maternos a ambas orillas del Mar-Océano.

 Un elemento ajeno destaca en forma de círculo con tres puntos en su interior: La Bandera de la Paz [Pax Cultura] del Pacto de Roerich. Privilegiado monumento por ser el primero de España en exhibirlo autorizadamente. Puede leer roto por la mitad PAX (paz) como advertencia del autor.

 Pasando al otro lado del pórtico observaremos el resto de los detalles en su fachada opuesta. Sobre la cruz veremos la moneda llamada El Excelente y los sellos reales bajo las alas del águila de San Juan: “Sub umbra alarum tuarum proteggino” (sic). Inmediatamente: UNIDAD con dos fechas importantes: 1497 (Moneda) y 1512 (Navarra). Con todo lo descrito de ambas fachadas, se muestra sintetizada esa unidad pretendida por los RR.CC. (política, monetaria y territorial).

  Terminada la Guerra de Granada (1492) aceptaron el proyecto de Cristóbal Colón que tardó siete años para su contratación. Confiado en que estos reyes le apoyarían, trajo a su familia a Castilla y no cejó en que acabaran todos en una posición muy privilegiada. Él hizo “pie y raíz” aquí y todos se beneficiaron de su sueño. Las Capitulaciones de Santa Fe deben ser consideradas como un contrato y no como concesión graciosa o merced regia, pues “Todo quedó asentado”.

(Aquí empieza la parte destinada al Viaje de Descubrimiento)